
Convivo con rockeritos, faloperos y reventaditos
de padres adoptivos y de mascotas perdidas
con estratos tuneadas y marshals de pie
que revientan el grano de una vos enmudecida.
la vida es una orgía tan violenta
que me prefiero masturbar
mis huesos rechinan con mis pensamientos
y mis dedos solo a 220 pueden digitar.
Las heridas superficiales de las malas compañías
tapan las cicatrices de mi vieja soledad
y las risas que destruyen mi quijada
mutilan el cuerpo desnudo de una vitalidad.
La alfombra con manchas de ayer
Un micrófono abollado
por las eyaculaciones vocales
la espuma sobre la pared
astillas, cobres, tapas,
y la mugre de la peor de las bandas
derramada, cuidadosamente implantada
en la espalda de la música valorada.
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