martes, 5 de enero de 2010

Cuarto

Soy solo un muñeco mudo en la habitación
y pensándolo mejor, si fuese mas que eso
hoy no tendríamos que fumar.


Ocho pisos abajo

Estoy en la puerta, ya estoy acá! , como hace una hora, tal vez mas
y no baja, no llama , no aparece,
solo en mi mente me dice " perdona , soy una tonta "
ya lo se, ya lo sabia , he igual me embarqué
me aleje de la orilla, me incendie y me hundí
y ahora estoy flotando, cagandome de frío.

Tocándome los bolsillos, anhelando un café q acompañe este cigarrillo,
esta ansiedad, esta lujuria que despertas
tan enferma, que no se puede contar y menos escribir,
y no se debería ni siquiera pensar.

El tick molesto de mirar a los costados, de apreciar las baldosas
los edificios y hasta mi sombra, que me sonríe y luego
se larga a llorar, que valiente que es
ella no espera, no tiene que esperar.

Miro el celular, solo hago eso , lo miro ,
esperando la respuesta de mi estupidez
del lo que estoy haciendo, de lo que nunca pensé hacer
miro de nuevo para los costados, y nadie mas que yo.

No hay revistas en esta sala, no hay reloj,
por que los que estámos acá, lo que menos nos importa es el tiempo,
no tenemos turno, solo la necesidad de estar.

No llegaste, me arrepentí, me enoje
mas conmigo que con vos, pise mil colillas,
me aburrí y hasta diría que por momentos, no fue tan así,
yo quería, necesitaba, y odiaba estar ahí.

No llegaste , y es mejor pensar que yo tampoco.

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