Octavo

Jamas fui conmovido por un virtuoso


Ouch!

Tengo un problema,
hace poco me di cuenta, soy adicto-dependiente,
a las pendejas con problemas, inestables,
amenazantes con erosionar y bañarme de lava,
derritiendo mis huesos, digo mis sueños.

Mujeres panales, que chorrean miel,
que llaman con su olor
a toda la fauna que pueda haber,
Mujeres en celo,
que pueden erógenar a cualquier macho del lugar
mujeres carnívoras, ponzoñosas y divinas,
las peores flores del suelo pampeano,
las mas coloridas , las mas raras, las mas baratas.

Tengo un problema,
soy monagillo de las peores religiones,
que consiguen adeptos con pocas palabras,
y que no ofrecen ninguna esperanza.

Malditas las mujeres dichosas de pasados rebeldes,
malditas ellas , que saben esconderse pero no,
y bendita mi suerte, de billete devaluado.
de mi futuro renegado, deshilachado y remendado.

Mi suerte,
de alquiler sin garantía, ni garante.
de viaje de segunda quincena con bolsos vacíos.
de comisión rechazada, de cuotas vencidas,
de mañanas de sol , en una habitación fría.

Me encuentro con el agua hasta el cuello,
de supuestos viernes que son tan jueves,
de mujeres que destrozan centimientos,
de pendejas que te pisotean,
con sus tacones altos o borsegos viejos.